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“…39 Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yavhé es el Dios allá arriba, en el cielo, y aquí abajo en la tierra; y no hay otro. 40 Guarda los preceptos y mandamientos que te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en la tierra que Yavhé tu Dios te da para siempre”.
Palabra de Dios.
(Deuteronomio 4, 32-40)